Leyendas de Canarias: la historia secreta de las islas

Por | 22 April, 2023 | 0 comentarios

lt 1 Fuego

Las leyendas de Canarias son una parte fundamental de la cultura e historia de la región. Transmitidas de generación en generación, estas historias se han convertido en una parte integral de la identidad canaria.

Cada leyenda cuenta una historia única y a menudo se relaciona con la geografía de las islas, la flora y fauna local, así como los eventos históricos y culturales. ¿Te animas a conocerlas?

Leyenda de San Borondón

lt 2 San Borondón

La leyenda cuenta que la isla de San Borondón se encuentra en algún lugar en el Atlántico, cerca del archipiélago. Se trata de una isla mística, que aparece y desaparece en la niebla y que es el hogar de una comunidad religiosa, cuyos habitantes viven en paz y armonía.

La existencia de San Borondón ha sido transmitida generación tras generación en las Islas Canarias durante siglos, siendo objeto de muchas historias, poemas y canciones. Es el ingeniero del rey Felipe II, Leonardo Torriani, quién primero describió sus dimensiones y localización entre La Palma y El Hierro allá por el siglo XVI.

Además, según relata el autor Juan Tous Milá en El plan de las afortunadas islas del Reyno de Canarias y la isla de San Borondón existen decenas de mapas en los que aparece la misteriosa isla. Un ejemplo de estos es el ‘Planisferio de Hereford‘ del siglo XIII y la ‘Carta de Pinciano’ del siglo XIV.

La leyenda cuenta que la isla fue descubierta por San Brendan, un monje irlandés del siglo VI, quien navegó a través del Atlántico en busca de la tierra prometida. San Brendan supuestamente llegó a la isla y la describió como un paraíso en la tierra.

Otras menciones históricas han sido realizadas por muchos navegantes que aseguraban haber arribado a sus costas, aunque ninguno pudo aportar pruebas a ese respecto. Desde la costa del resto de Islas se ha llegado a afirmar que es visible en algunas épocas del año, cuando las condiciones climáticas son favorables, mientras que otros han afirmado haberla visto en cualquier momento del año.

La historia sigue siendo una parte importante de la cultura canaria, y se sigue contando a los visitantes y turistas que vienen a la región. Incluso hoy en día, algunos navegantes todavía dicen haber visto la isla en la distancia, pero nadie ha podido probar su existencia.

La Leyenda de Bentejuí

lt 3 Fortaleza de Ansite

La historia de la conquista de Canarias es una de las más fascinantes de la época medieval. Los isleños, que habían vivido aislados durante siglos, vieron cómo su mundo cambió radicalmente con la llegada de los europeos. Sin embargo, no se entregaron sin luchar. Las Islas Canarias estaban divididas en reinos tribales conocidos como guanartematos, y cada uno de ellos tenía un líder o guanarteme al mando.

Según el historiador José de Viera y Clavijo en Noticias de La Historia General de Las Islas Canarias, uno de los líderes más conocidos de la resistencia aborigen fue Bentejuí, guanarteme de Telde.

Bentejuí era hijo del guanarteme Bentagoyhe, pero no pudo heredar el cargo debido a que era menor de edad en el momento de la muerte de su padre. En su lugar, el guanarteme de Gáldar, Tenesor Semidán, asumió el poder de manera provisional.

En 1481, se firmó el tratado conocido como la Carta de Calatayud, mediante el cual las Islas Canarias pasaron a formar parte de la Corona de Castilla. No obstante, no todos los líderes aborígenes estuvieron de acuerdo con este acuerdo. Bentejuí se opuso al rendimiento y se trasladó a las zonas montañosas del interior de Gran Canaria para organizar la última resistencia de la isla.

La Fortaleza de Ansite, situada en el barranco de Tirajana, se convirtió en el lugar de refugio de los aborígenes. La Fortaleza estaba formada por tres roques: Fortaleza Grande o roque principal, Fortaleza Chica y Titana. Ante la negativa de Bentejuí de aceptar el nuevo gobierno, Tenesor se trasladó a la Fortaleza para tratar de convencerlo y a la princesa Guayarmina, la hija del Mencey de Güimar, de abandonar la rebelión.

Tras una intensa reunión, Guayarmina decidió entregarse y comenzó su descenso de las montañas. Sin embargo, Bentejuí y su fiel faycán Tazadre se negaron a rendirse y subieron a la parte más alta de la Fortaleza. Siguiendo el ritual canarii, al grito de Atis Tirma (Por ti tierra), se lanzaron al vacío. Con la muerte del caudillo, terminó toda resistencia armada y organizada en la conquista de Gran Canaria.

La historia de Bentejuí y Tazadre es una de las más recordadas en las Islas Canarias. Su sacrificio y valentía han sido objeto de numerosas leyendas y canciones populares. A pesar de la derrota, la memoria de los aborígenes ha perdurado a lo largo de los siglos, y su legado cultural sigue vivo en la actualidad. La conquista de las Islas Canarias es una muestra de cómo la historia puede ser compleja y llena de matices, y de cómo la resistencia y el sacrificio pueden llegar a ser símbolos de la lucha por la libertad y la independencia.

El Salto del Enamorado

lt 4 El Salto del Enamorado

El amor es el eje común de muchas leyendas de las Islas Canarias. El municipio de Puntallana, en la Isla de La Palma, es el escenario de esta trágica historia.

Cuenta la leyenda que un pastor quedó totalmente prendado de una muchacha que no le correspondía. La joven, cansada de la insistencia del pastor, decidió ponerle una prueba imposible para deshacerse de él.

El reto consistía en dar tres vueltas al vacío sobre el filo de un barranco. Si lograba superar la prueba, la doncella correspondería a su amor. El intrépido pastor sujetó la lanza y dio la primera vuelta gritando “en el nombre de Dios” y consiguió pisar tierra. Confiado, colocó de nuevo la lanza y dio la segunda vuelta exclamando “en el nombre de la Virgen” y la completó de nuevo con éxito. Finalmente, cuando se disponía a dar la tercera vuelta grito “en el nombre de mi amada” con tan mala suerte que cayó al vacío.

Desde entonces, los locales denominaron a este risco como ‘El Salto del Enamorado’ para recordar la osadía del pastor.

La luz de Mafasca

lt 5 Paisaje Fuerteventura

Según cuenta una antigua leyenda de la isla de Fuerteventura, un grupo de pastores caminaba de regreso a casa tras haber completado una larga jornada de trabajo en los campos. Cansados y hambrientos, decidieron hacer una parada para encender una hoguera y asar en ella un carnero que habían matado ese mismo día.

Mientras buscaban maderas para encender el fuego, uno de los pastores halló una cruz de madera oculta, y pese a que uno de los pastores supuso que en ese mismo lugar debía de haber fallecido alguien, ninguno de los pastores dio importancia a la memoria del difunto y decidieron aprovechar la cruz para alimentar la hoguera.

Cuando la cruz fue consumida por las llamas, una pequeña luz surgió de la hoguera y comenzó a moverse entre los pastores, quienes se dieron cuenta de que aquella luz era el alma del difunto cuyo descanso habían perturbado.

Los pastores corrieron aterrados mientras la luz les perseguía hasta que desapareció por el camino. Cuenta la leyenda que la luz de Mafasca aparece por la noche por los caminos solitarios de la isla para recordar que no se debe perturbar a los muertos.

Aunque la historia original ha sufrido algunas variaciones con el paso del tiempo, la esencia sigue siendo la misma: la imprudencia y la falta de respeto hacia los muertos tiene consecuencias.

Categorías: Canarias, inspirate

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