Sumérgete en las piscinas naturales de Tenerife
x
Las Islas Canarias son un destino conocido por su buen clima y por sus playas de arena dorada pero, aunque el sol acompaña casi todo el año, existen más sitios en donde puedes bañarte. Tenerife es una isla bien conocida por poseer gran cantidad de piscinas naturales, comúnmente conocidas como ‘charcos’ o ‘lagos’. De variado tamaño y con diversa dificultad para acceder a ellos, estos lugares paradisíacos no dejan indiferente a quien los visita.
El norte es la zona que alberga más piscinas naturales en Tenerife, como El Caletón, ubicado en el municipio de Garachico, el Charco de La Laja, en San Juan de La Rambla o el Charco del Viento, en La Guancha. Aun así, el sur de la isla también cuenta con algunas de estas zonas de baño tan características, como Los Abrigos en Granadilla de Abona.
Estos lugares ofrecen una experiencia diferente que una playa convencional, pero también requieren de una preparación diferente, pues es conveniente llevar ‘escarpines’ o ‘cangrejeras’, pues los charcos de Tenerife están hechos por escarpada roca volcánica que puede dañar los pies si no se lleva calzado adecuado. Además, para propiciar un día de baño agradable, sería apropiado revisar la previsión meteorológica, pues las piscinas naturales están sujetas a los cambios en las mareas, y un oleaje rebelde puede estropear el día.
El Caletón
Esta piscina natural en Garachico tiene unas privilegiadas vistas, por un lado se puede observar el histórico Roque de Garachico, recuerdo de la erupción que asoló al pueblo en 1706 y que marcó su historia. Por otro lado, se aprecian las vistas del casco histórico, con los acantilados de La Culata y las costas de otros municipios de la isla.
Ubicada cerca de la zona comercial del municipio, en el propio paseo marítimo, la piscina se encuentra cerca de la playa del muellito y de la piscina pública, además de un restaurante cerca de la zona de baño. En las rocas que componen el charco natural se pueden contemplar algunos crustáceos, como cangrejos, y cuenta con una superficie envidiable para la realización de submarinismo, pues sus aguas claras permiten observar a los pequeños peces que entran en la piscina.
El Charco de La Laja
Otra de los charcos de Tenerife se encuentra en San Juan de la Rambla, el Charco de La Laja. Esta paradisíaca cala con aguas cristalinas hace contraste con el azul intenso del mar que se puede ver justo delante. Su forma redondeada, con una hendidura en un lado por donde entra el agua cuando la marea está alta, permite que esta piscina natural se llene sin que se vea afectada por las inclemencias del océano.
Si bien es cierto que no contará con las características olas de un baño en la playa, sí que es recomendable mantenerse alejado de la hendidura y llevar escarpines, puesto que el suelo es completamente rocoso y se correría el riesgo de sufrir lesiones. Acceder a este charco natural es muy fácil, pues cuenta con una escalera de acceso bien señalizada. Además, se encuentra bien situado en pleno casco histórico de uno de los municipios con mejor clima de la isla.
Charco del Viento
Una de las mejores piscinas naturales del norte de Tenerife por su accesibilidad y señalización es el Charco del Viento. Ubicado en el municipio de La Guancha, su localización no podría ser mejor, pues está rodeado de plantas típicas del archipiélago y plantaciones de plataneras, lo que le confiere un paisaje diverso al que contemplar mientras se está tomando el sol o en el agua.
Otra de las características que hacen de este uno de los charcos más recomendados es que posee cuatro piscinas naturales diferentes, todas elaboradas a lo largo de los años por la erosión del mar y el viento. De esta forma, hay zonas menos profundas y con arena que permitirán a los menos aventureros adentrarse en el mar sin las incomodidades que puedan provocar las grandes olas. Pero también hay zonas más expuestas al mar y con mayor oleaje, permitiendo un baño agradable para cualquiera que vaya a disfrutar de esta preciosa piscina natural.
Los Abrigos
El charco de Los Abrigos es una de las piscinas naturales del sur de Tenerife más famosas, aunque es más complicado llegar a ella, las hermosas vistas están garantizadas. Aunque también posee varios charcos el más grande y conocido cuenta con una escalera de mano que permite la fácil bajada. Aun así, es una piscina natural, y por tanto estará llena de piedras, así que se recomienda tener cuidado y llevar calzado adecuado.
Su pequeña entrada permite que el agua oceánica se introduzca en la piscina y sus barreras naturales consiguen que se mantenga calmada. Dispone, además, de pequeñas zonas de piedra lisa donde poder sentarse a comer algo o tomar el sol antes de volver al baño. Su acceso es algo más complicado que otras piscinas naturales del sur de Tenerife, aunque vale la pena llegar a ella. Se puede aparcar a tan solo 50 metros de las piscinas, siendo esta una forma muy cómoda de llegar a un lugar que no deja indiferente a nadie.
Estas son solo algunas de las piscinas naturales de Tenerife que la lava, el viento y el mar nos permiten disfrutar cada día, sin duda valdrá la pena caminar un poco para llegar a unos parajes tan característicos como estos.
Categorías: Canarias, Consejos de Viaje, Lifestyle, Tenerife, Turismo
Deja un comentario