Descubre los pueblos más bonitos de La Palma
La Palma, la Isla Bonita, es mucho más que un espectacular paisaje volcánico y un paraíso natural. Sus pueblos y ciudades son auténticas joyas que reflejan siglos de historia, tradiciones y una arquitectura canaria que encanta a todo viajero. Si quieres descubrir la esencia de La Palma, no puedes perderte estos pueblos que combinan belleza, cultura y actividades para todos los gustos.
Santa Cruz de La Palma: la capital con sabor colonial
Santa Cruz de La Palma es la puerta de entrada a la isla y uno de los pueblos más bonitos para explorar. Pasear por su casco histórico es una delicia: calles empedradas, casas coloniales con balcones de madera tallada, plazas con árboles centenarios y pequeñas tiendas artesanales que conservan el alma palmera.
No te pierdas la Plaza de España, con la iglesia de El Salvador y sus espectaculares laureles de Indias, que según la tradición fueron traídos desde Cuba en el siglo XIX. Otro plan ideal es visitar el Museo Insular para conocer la historia y el arte local. Por la noche, la capital ofrece bares y restaurantes donde degustar platos típicos como el bienmesabe o el queso palmero.
San Andrés y El Charco Azul: naturaleza y tradición frente al mar
A pocos kilómetros de Santa Cruz, San Andrés es un pueblo pequeño pero con mucho encanto, famoso por su iglesia histórica y sus coloridas casas adornadas con cactus y flores. La calle de la Iglesia tiene una notable pendiente, lo que añade carácter al recorrido. El acceso en coche requiere algo de atención, pero la belleza del lugar lo compensa con creces.
Desde aquí parte una ruta costera espectacular hasta las piscinas naturales de El Charco Azul, donde podrás darte un baño en aguas cristalinas rodeado de un paisaje volcánico. Durante el paseo, es posible observar lagartos endémicos, como el papa azul, que añaden un toque especial a la experiencia.
Los Llanos de Aridane: corazón vibrante con arte y tradiciones
Los Llanos de Aridane es el pueblo más grande del oeste de La Palma y ofrece una combinación perfecta entre vida local y atractivo turístico. Su centro histórico está lleno de plazas con palmeras centenarias, calles con casas tradicionales y murales de arte urbano que dan un aire fresco y contemporáneo.
Visita la Plaza de España y la Plaza Chica para admirar los árboles y la arquitectura canaria típica, y no te pierdas el Museo Arqueológico Benahoarita para adentrarte en la cultura de los primeros habitantes de la isla. Además, puedes completar la visita con un paseo por la playa de Puerto Naos o Charco Verde para disfrutar del mar y el sol.
Nota: Antes de visitar Puerto Naos, consulta la situación actual de acceso, ya que algunas áreas estuvieron restringidas tras la erupción volcánica de 2021.
Tazacorte: entre plataneras y playas de arena negra
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Este pueblo costero destaca por su contraste de colores: el verde de sus plantaciones de plátano, el negro de la arena volcánica y las fachadas coloniales pintadas con vivos tonos. La parte alta de Tazacorte, con sus calles empinadas y casas señoriales, conserva un aire señorial y tradicional.
El puerto es un punto clave para hacer excursiones de avistamiento de cetáceos, una de las experiencias más recomendadas por los viajeros en La Palma. Además, la playa cercana es ideal para un baño tranquilo tras el paseo, y los bares locales ofrecen tapas con sabor auténtico.
El Paso: historia, cultura y naturaleza en el centro de la isla
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Conocido como la “Ciudad de los Almendros”, El Paso ofrece un ambiente relajado rodeado de volcanes y montañas. Su museo de la Seda Las Hilanderas es una visita obligada para descubrir una parte poco conocida de la historia palmera, el trabajo artesanal con la seda.
No te pierdas los petroglifos de La Fajana y El Verde, grabados antiguos de los primeros habitantes, que puedes visitar desde el Centro de Interpretación Benehauno, aunque es recomendable informarse previamente sobre su horario. Además, El Paso es la puerta de entrada al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, un lugar perfecto para senderistas y amantes de la naturaleza.
Desde 2022, puedes visitar también el Centro de Visitantes del Volcán Cumbre Vieja, una parada ideal para entender cómo vivió La Palma esta etapa reciente de su historia.
Porís de Candelaria: un pueblo dentro de una cueva
Porís de Candelaria es uno de los rincones más singulares y fotogénicos de La Palma. Sus casas blancas están literalmente incrustadas en una cueva natural de unos 50 metros de altura, un refugio ideal para los calores del verano. El acceso se realiza a pie por un sendero pedregoso o en coche por una pista no asfaltada, por lo que se recomienda llevar calzado adecuado.
El Porís ofrece un ambiente tranquilo y auténtico, con piscinas naturales donde bañarse y un fondo marino excelente para hacer snorkel. Es un lugar perfecto para quienes buscan un rincón apartado y con mucho carácter.
Fuencaliente: volcanes, viñedos y salinas
Al sur de la isla, Fuencaliente combina paisajes volcánicos con cultivos de viñas que tiñen de verde el negro del terreno. Aquí se encuentran el volcán San Antonio y la playa de Echentive, nacida tras la última erupción del Teneguía en 1971.
Una visita imprescindible son el Faro y las Salinas de Fuencaliente, donde se sigue extrayendo sal marina de forma tradicional desde 1967. Además, es un lugar ideal para hacer senderismo por la Ruta de los Volcanes y disfrutar de vistas inolvidables.
¿Por qué visitar los pueblos de La Palma?
Porque en ellos reside la verdadera esencia de la isla. Cada pueblo cuenta una historia diferente a través de su arquitectura, sus tradiciones y su gente. Desde el bullicio y el arte urbano de Los Llanos, pasando por la historia de Santa Cruz o la naturaleza que rodea a El Paso, hasta la singularidad de Porís de Candelaria, cada lugar tiene algo que ofrecer.
Además, estos pueblos son la mejor excusa para probar la gastronomía local, disfrutar de festividades tradicionales, y hacer actividades que conectan con la cultura y la naturaleza, desde paseos por senderos costeros hasta baños en piscinas naturales.
¿Dónde alojarse para descubrir La Palma?
Para vivir una experiencia cómoda y tener un buen punto de partida para explorar muchos de los encantadores pueblos de la isla, el hotel La Palma Princess es una excelente opción. Aunque las distancias en La Palma no son largas geográficamente hablando, las carreteras de montaña hacen que los trayectos requieran su tiempo. Por eso, contar con un alojamiento cómodo y bien equipado es clave para disfrutar al máximo de tu estancia.
Después de un día explorando los encantadores pueblos y paisajes de La Palma, La Palma Princess es el lugar ideal para descansar y recargar energías, con instalaciones como piscina, restaurantes y vistas que harán tu estancia aún más especial. Desde aquí podrás planificar fácilmente tus visitas a Santa Cruz, Los Llanos de Aridane, Fuencaliente y otros rincones imprescindibles de la isla.
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