6 cosas que tienes que saber del queso majorero
En Fuerteventura, además de disfrutar de sus espectaculares playas y de su gran belleza, también puedes disfrutar de su amplia y rica gastronomía.
La gastronomía canaria es única en el mundo porque cuenta con multitud de productos autóctonos y recetas elaboradas de forma tradicional que guardan decenas de años de historia. Uno de esos productos que ha perdurado y mejorado con el paso del tiempo y que cuenta con reconocimiento a nivel nacional e internacional es el queso majorero, como muchos dicen, “la joya de Fuerteventura”. Está elaborado con la leche de una cabra autóctona de la tierra, la majorera, y fue el primero en Canarias en obtener la Denominación de Origen, gracias a sus particulares y excepcionales cualidades.
El origen del queso majorero
Para saber de dónde proviene el queso majorero tenemos que remontarnos miles de años cuando los indígenas habitaban en Maxorata, el nombre que tenía por entonces la isla de Fuerteventura y de donde proviene la palabra majorero, gentilicio de los habitantes de la isla y nombre que otorgamos a su queso más famoso. Otro de los posibles orígenes del término majorero es que este nombre tenga su origen en los pastores locales quienes usaban sandalias llamadas majoreras.
En esos tiempos tan remotos Canarias ya era conocedora de la riqueza de su ganadería caprina pero sobre todo en la infinita isla de Fuerteventura. La gran cantidad de cabras eran la mejor materia prima de los aborígenes para elaborar un sabroso queso solo a base de leche de estos animales.
Un producto con Denominación de Origen
Los productos con Denominación de Origen tienen una característica en común y es su excelente calidad ya que son alimentos con origen nacional que pasan por exhaustivos controles de calidad y seguridad. Un proceso que garantiza al cliente que está degustando un producto único, cuidado y que cuenta con todas las garantías para alcanzar la excelencia. El queso majorero es un producto de gran tradición que obtuvo su Denominación de Origen en 1996, logrando ser el primer queso de cabra en España en conseguir la Denominación de Origen Protegida. Desde entonces su prestigio ha ido creciendo con el paso de los años hasta convertirse en un queso único en España y conocido a nivel mundial.
Una delicada preparación
Un producto artesanal que busca la máxima calidad debe de tener un proceso de preparación delicado, cuidando cada paso y sin olvidar la tradición que le ha dado tanta fama en todo el mundo.
Lo primero que se hace para elaborar este manjar canario es obtener la cuajada de la leche de las cabras majoreras, un proceso que consiste en coagular durante una hora aproximadamente entre 28 y 32 grados. Una vez tenemos la cuajada se realiza el corte dependiendo del tipo de queso majorero que se vaya a elaborar. A continuación se realiza un primer prensado para que elimine todo el suero posible. Una vez queda toda una masa compacta se coloca en un molde de palma o de plástico con el característico dibujo de hoja de palmera trenzada tan típica del queso majorero en diferentes tamaños.
El siguiente paso es el salado que se realiza echando sal marina por encima de cada queso majorero. Esta capa se retira a las 24 horas y, después, viene el proceso que necesita más tiempo y paciencia: la maduración. En este último paso se realizará tanto el volteo de los quesos como la limpieza y el untado con pimentón, gofio o aceite que dan el toque tan característico a este delicioso producto de nuestra gastronomía.
El queso majorero se presenta en forma cilíndrica y su peso y tamaño puede variar de 1 a 6 kilos, de 15 a 35 centímetros de diámetro y unos 6 a 9 centímetros de altura. Al igual que su forma es particular, lo es más aún su sabor ligeramente picante, ácido con un intenso olor y una textura cremosa. Además, otro de los detalles que hacen tan particular al queso majorero está en su interior con los pequeños hoyuelos que veremos en cada corte.
La productiva cabra majorera
Aunque la fama se la lleve el queso majorero quienes son las verdaderas artífices de este manjar son las cabras majoreras, reconocida como una de las más productivas del mundo que lleva cientos de años en la isla. Se trata de una especie que se encuentra protegida de enfermedades comunes al animal por su perfecta adaptación a un territorio hostil que les hace tener un excelente estado de salud y de unas cualidades genéticas excepcionales. Su buen estado de forma se refleja en su leche de alta calidad libre de impurezas, conservantes o productos químicos y con un alto contenido en proteínas y grasas.
Un queso con premios y fama mundial
Cuando un producto es bueno los mejores paladares del mundo lo reconocen enseguida. El queso majorero goza de tan buena calidad que ha sido presentado a los mejores concursos de quesos del mundo con tanto éxito que en el año 2020 obtuvo la medalla de oro como Mejor Queso de Cabra curado con pimentón del Mundo en el certamen mundial de campeonatos de quesos “World Cheese Awards”. Además, los quesos semicurados de pimentón obtuvo una más que merecida medalla de plata.
El museo del queso majorero
Tan importante es el queso majorero dentro de la gastronomía canaria que cuenta con su propio museo.
La visita a este bonito y peculiar rincón de Fuerteventura la puede diseñar cada visitante a su gusto. Durante el recorrido descubrirás el origen volcánico de la isla, las peculiaridades de su biodiversidad y cómo todos estos factores influyen en el sabor tan peculiar del queso majorero. El museo cuenta además otras estancias como un cuidado jardín de cactus y palmeras, un restaurante para que no te vayas de tu visita sin degustar el mejor queso majorero de la isla y dos molinos de viento y de agua característicos de la isla y de gran utilidad hace años en las labores agrícolas de Fuerteventura.
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Me canta el queso tofio pimentón semi curado